Mala postura

Cómo AtlasPROfilax® puede ayudar con la mala postura


Mala postura

La mala postura puede deberse en malos hábitos posturales en el estudio, en el caso de los jóvenes, o en posiciones viciadas de la columna, en adultos y personas ancianas.

Sin embargo, uno de los factores determinantes es el centro de gravedad de la columna. Se trata de un fenómeno de física elemental. Los seres humanos caminamos erguidos. La cabeza es nuestra primera unidad estructural asentada sobre la columna vertebral. El Atlas es la vértebra sobre la cual reposa el cráneo. Y éste pesa de 4 a 8 kilos. Por lo tanto, el Atlas actúa como la pieza clave en la determinación del centro de gravedad de toda la columna y del cuerpo en general (hombro, pelvis, rodillas y apoyo de los pies).

Hipercifosis

Por la persistencia de estrés mecánico en los músculos suboccipitales (cortos de la nuca), el cuerpo tiende a anteriorizar la cabeza y exagerar la cifosis. Todo esto porque la musculatura suboccipital (bajo el occipital) es de alta relevancia en el control de la postura gracias a que las diversas cadenas musculares verticales desembocan en esta zona del cuerpo.

Una posición correcta del Atlas ayudará al cuerpo a enviar las órdenes correctas al cerebro para que éste reenvie a los músculos y articulaciones la información de tensión adecuada para que la postura tienda a ser erguida y natural.

Por el contrario si el Atlas tiene una posición incorrecta respecto de su anclaje natural con la cabeza, el resto de vértebras tenderán a desalinearse afectando a músculos, articulaciones y otros tejidos.

Atlas y postura

Podríamos comparar el Atlas con el volante de un carro o el manubrio de una bicicleta. Si mantenemos el volante recto, el vehículo mantendrá una trayectoria rectilinea. Si, por el contrario, torcemos, giramos o desviamos el volante o el manubrio, el vehículo se nos desviará de la trayectoria recta.

Efectividad, mejorías y limitaciones de AtlasPROfilax® en mala postura

  • Si bien hay varios factores esenciales implicados en el mantenimiento de una buena postura, AtlasPROfilax® tiene resultados favorables en el 80% de los casos.
  • Los cambios suelen ser más visibles en pacientes menores de 60 años. 
  • El 15% de pacientes con relativa mejoría está representado por los adultos mayores con trastornos degenerativos. En adultos mayores, AtlasPROfilax® tiene la limitante de encontrarse con patologías como osteoporosis, escoliosis deformantes sin tratamiento, artrosis y desgaste de los discos de la columna, etc. Dichas condiciones obligan al paciente a adoptar una postura antinatural que varía poco tras recibir la técnica AtlasPROfilax®.
  • Un 5% de pacientes no refiere mejoría en su postura. Este grupo normalmente afectado por trastornos genéticos, congénitos, neurológicos o idiopáticos, tiende a tener algunos resultados a muy largo plazo o en su defecto, no tener cambios posturales con AtlasPROfilax®.
  • Es conveniente que una vez aplicado AtlasPROfilax®, el paciente haga unos cambios básicos en la ergonomía de su hogar y trabajo para evitar que reincida en mala postura por la realización de actividades rutinarias y mecánicas sin los cuidados precisos.

La mala postura y su dolor asociado de espalda pueden ser causados por varios factores. Entre ellos la malposición dentaria, espasticidad por enfermedad neurológica (parálisis cerebral, esclerosis múltiple, etc.) y deformaciones congénitas de la columna (Scheuermann, etc.). Todos ellos constituyen una limitante para la efectividad de la corrección del DIM de C1.

El Atlas, comparado con el volante de dirección de un automóvil, tiene la capacidad de generar acciones que son respondidas por el resto del sistema. Es decir que es capaz de incidir en los otros segmentos de la columna vertebral.  La desalineación menor del Atlas propicia disfunciones posturales como la anteriorización de la cabeza y la exageración de las curvas dorsal y lumbar.

Hoy día está muy estudiado el papel de la postura en los fenómenos de salud y enfermedad del ser humano, especialmente en lo biomecánico. La mala postura propicia trastornos ergonómicos como la migraña postural, la cefalea por tensión, el trauma acumulativo en brazos y piernas, problemas con la marcha, aumento de las contracturas musculares y dolores, entre otros.

Una vez se tratan a profundidad los músculos suboccipitales y fascias, el Atlas tiende a normalizar su posición y generar una positiva respuesta mecánica y neuromuscular de todo el cuerpo. La postura de cabeza y espalda suele mejorar mucho y la distribución de cargas a las extremidades inferiores se hace más equilibrada, lo cual ayuda en la reducción del dolor muscular.

¡Mejora tu postura con AtlasPROfilax®!

La corrección del Atlas ayuda a la rehabilitación mecánica y neuromuscular de la postura del cuerpo humano. Si bien hay otros factores esenciales en el mantenimiento de las malas posturas, es muy importante eliminar una de las causas principales: la desalineación del Atlas.

En los ejemplos siguientes: podemos ver cambios posturales antes y después del método AtlasPROfilax®:

Antes / Después (Cortesía de S. Heel)
Antes / Después (Cortesía de la Dra. Laguna)
Antes / Después (Cortesía de la Dra. Laguna)
Antes / Después (Cortesía de S. Heel)

Testimonios

AtlasPROfilax y la mala postura

Desde el primer momento noté cambios extraordinarios

Gran cambio postural y aumento de la energía, capacidad física e intelectual

Ahora voy mucho más erguido, sin plantillas ni gafas

Gran beneficio sobre postura, equilibrio y visión

Gran mejoría en las secuelas de accidente de motocicleta

"¡De verdad que la vida me cambió!"

Bibliografía relacionada:

  • MM, Fuller. Posture: Barometer of health and well-being: close scrutiny of childhood posture habits reveals necessity of early regulation. The Osteopathic Profession Vol. 10, pp. 18-22, 38, 40, 42-45. 1943.
  • V.V.A.A. Contrôle postural et représentations spatiales : De la Neurobiologie à la Clinique. Solal Editeurs. 2008.
  • Chaitow, Leon; DeLany, Judith. Clinical Application of Neuromuscular Techniques, Volume 1: The Upper Body. Churchill Livingstone. 2008.
  • Baron J.B.; Bessineton J.C.; Bizzo G.; Noto R. Corrélation entre le fonctionnement des systèmes sensori-motrices labyrinthique et oculomoteur, ajustant les déplacements du centre de gravité du corps de l'homme en orthostatisme. Agressologie, 14, pp. 79-86. Tivanian G. & Pacifici M. 1973.

Advertencia

Por favor, lea nuestra advertencia.

No es nuestra pretensión que los lectores de esta página web asuman que el Desarreglo Intervertebral Menor del Atlas es la causa única de los problemas de salud enunciados a continuación en este apartado. El dolor suele ser una señal de alerta de que hay una lesión tisular real o potencial, por lo que es preciso acudir al especialista para advertir de sus posibles causas.

P.e. una cefalea o un dolor local puede tener muchas causas y ser una señal de que una enfermedad está en curso. Incluso un aparente dolor muscular benigno puede advertir de un trastorno metabólico, inmunológico, vascular o  articular. Por ello, si tiene alguno de estos problemas de salud, consulte con su médico y siga el tratamiento respectivo. Recuerde autogestionar su salud con celeridad.

AtlasPROfilax® es un método kinesiológico que secunda a la medicina alopática y a la natural así como a la odontología ortopédica. En ningún caso interfiere o reemplaza los tratamientos médicos – odontológicos ni los medicamentos. El único objetivo que persigue es corregir el DIM del Atlas para mejorar la calidad de vida del paciente y para hacer de éste un terreno más fértil para cualquier tratamiento y terapia posterior.

De igual forma que una gran cantidad de pacientes reacciona bastante bien con especialidades de la medicina complementaria (homeopatía, terapia neural, acupuntura, naturopatía, aromaterapia, nutracéutica, osteopatía, quiropraxis, masajes, terapias energéticas, etc.) hay siempre, una población que por poca receptividad a estas técnicas o por la condición de su propia salud, no tiene los resultados esperados. 

Asimismo y tal y como citan los biólogos chilenos Maturana y Varela, “Los seres vivos son redes de producciones moleculares en las que las moléculas producidas generan con sus interacciones la misma red que las produce”. Ese principio de autopoiesis que trata de la autoproducción y autorregulación, explica por qué algunos pacientes evolucionan favorablemente con una terapia mientras que otros no.

Todo lo anterior para puntualizar que la corrección del DIM del Atlas se ha mostrado altamente efectiva en la disminución del dolor miofascial crónico benigno, en algunos trastornos funcionales de la postura así como en el reordenamiento del Sistema Tónico Postural. Sin embargo y como ocurre en cualquier especialidad de la medicina complementaria, los resultados son proporcionales a la autopoiesis del paciente. 

Existen varias probables etiologías para el desarrollo de disfunciones y dolor en el cuerpo, desde las alteraciones endógenas (genéticas, congénitas, autoinmunes, etc.), exógenas (alérgicas, iatrógenas, patógenas, etc.), ambientales (mecanoposturales, ergonómicas, profesionales, etc.) y multifactoriales (neoplásicas, idiopáticas, psicosomáticas, etc.). 

La desalineación del Atlas no se había tenido presente hasta el desarrollo de la Osteopatía en 1874 por A. Taylor Still, M.D. y el nacimiento de la Quiropráctica en 1895 por D. D. Palmer.  La inclusión del concepto de Desarreglo Intervertebral Menor se hizo en 1969 por R. Maigne, M.D. El DIM del Atlas, estudiado en profundidad durante 20 años por el Dr. R.-C. Schümperli, E.M., fue publicado en 1993.

El DIM de C1 es uno de los factores detonantes del dolor miofascial pero no es el único. Desarreglos Intervertebrales Menores de cualquier área de la columna vertebral pueden proyectarse en ciertos músculos y ligamentos en forma dolorosa. Esto para precisar que el DIM de C1 no es la justificación para todos los dolores miofasciales, si bien, la corrección de este DIM propicia la reversión de DIMs de otras áreas.

La corrección del DIM de C1 ha resultado altamente favorable para los siguientes casos:

  • Histéresis fascial (Deformación plástica de los tejidos fasciales que impide la longitud correcta de los músculos).
  • Un gran abanico de algias (Cefalalgias, cervicalgias, braquialgias, dorsalgias, lumbalgias, sacralgias, coccigodinia, coxalgia, gonalgia y talalgia).
  • Dolor crónico de carácter no maligno ni metabólico ni autoinmune (Algias musculares, periarticulares y paravertebrales).
  • Propensión a rigidez muscular y articular de carácter no maligno (Que no sea producto de desórdenes metabólicos, genéticos y/o congénitos).
  • Aberraciones de la postura (Que no sean de origen neuropático, miopático y/o osteopático, o por síndromes congénitos o genéticos).
  • Contracturas crónicas (Que no guarden relación con condiciones degenerativas de la columna y las articulaciones).
  • Puntos gatillo (Que afecten principalmente cabeza, cervicales y extremidades superiores). 
  • Algunos síndromes producto del estrés (Que no hayan tenido una buena respuesta terapéutica a las técnicas convencionales).
  • Pobre ejecución de tareas y actividades sencillas (Disminución progresiva de la fuerza y la movilidad, que no tenga origen neuropático o genético).
  • Síndromes posteriores al latigazo cervical (Trastornos del ánimo y el sueño, dolores galopantes y rigidez, todos ellos posterior a un accidente).
  • Algias producto del sedentarismo (En pacientes que tienen un Síndrome Superior Cruzado agravado por su trabajo y su postura).
  • Trastornos relacionados con la Fibromialgia (Cefaleas, trastornos del sueño y el ánimo, algias difusas, alteraciones nerviosas de intestinos, etc.). 
  • Desórdenes osteomusculares de difícil diagnóstico por su sintomatología camaleónica (Que no tengan carácter maligno ni genético ni autoinmune).
  • Cefalea cervicogénica (Que no sea producto de alteraciones apofisiarias ni facetarias ni discales de la columna cervical).
  • Cefalea tensional (Que no tenga relación con trastornos vasculares ni articulares de la columna cervical).
  • Cefalea vascular (De carácter no maligno y que no tenga relación con la presencia de tumores, coágulos y/o aneurismas). 
  • Dificultad para sostener la cabeza (Que no esté relacionada con osteoporosis, enfermedad neurológica e inestabilidad cervical).
  • Mareo y vértigo de origen cervical (Que no sea producto de osteofitos cervicales, discartrosis cervical y aplastamiento vertebral).
  • Dolor relativo al síndrome de Fatiga Crónica (Que no sea generado por tiroiditis, rotavirus, candidiasis ni vulnerabilidad química).
  • Trastornos de los discos intervertebrales, en especial aquellos de la región lumbar. (Excepto las espondilolistesis, discartrosis y tumores).