Desde el año 1992 la Organización Mundial de la Salud incluyó la fibromialgia dentro de la lista de enfermedades reumáticas de partes blandas, la cual afecta en especial al músculo esquelético, tendones y ligamentos. A pesar de que sí se han encontrado alteraciones en las áreas sensitivas del cerebro y algunos marcadores para la fibromialgia, aún se desconoce mucho de esta enfermedad.
Sin embargo, los estudios con pacientes fibromiálgicos han señalado en éstos la presencia de varios desórdenes: Descenso en el umbral del dolor, disminución en la inhibición endógena del dolor, alteraciones en los receptores de opioides, en los niveles de sustancia P y en el factor neurotrófico así como una sensibilización central del dolor observable mediante resonancia cerebral.
Pese a esto, algunos profesionales hoy consideran la fibromialgia como un “trastorno somatoforme”. Este término describe una alteración que no se origina de una condición patológica demostrable y sí de factores psicológicos desencadenantes. Por esa descripción, este trastorno de dolor es una de las condiciones con mayor estigma y se asocia falsamente con “hipocondría”.
Por otra parte, no ayuda el hecho de que muchos síntomas de la fibromialgia también se solapan con los de otras enfermedades. El solapamiento más común es el derivado por rectificación de la columna, artrosis de los discos de la columna y/o de otras articulaciones, discopatías, protrusiones discales, síndrome facetario, tendovaginitis y esclerosis múltiple, entre otras.
Algunas parasitosis (candidiasis, sarcocistosis, borreliosis, etc.) así como algunos virus (retrovirus, virus del herpes, Epstein-Barr, etc.) pueden producir alodinia e hiperalgesia que se confunde con fibromialgia. Lo mismo ocurre con la tiroiditis y el hipotiroidismo. Todas estas entidades representan una limitación para evaluar la efectividad de la corrección del DIM de C1.
AtlasPROfilax y los trastornos dolorosos relacionados con la fibromialgia
"¡Me cambió la vida! ¡Es algo que no puedo creer!"
"¡He sentido un alivio increíble! La calidad de vida mejoró 100%".
"¡Es como haber vuelto a nacer!"
Por favor, lea nuestra advertencia.
No es nuestra pretensión que los lectores de esta página web asuman que el Desarreglo Intervertebral Menor del Atlas es la causa única de los problemas de salud enunciados a continuación en este apartado. El dolor suele ser una señal de alerta de que hay una lesión tisular real o potencial, por lo que es preciso acudir al especialista para advertir de sus posibles causas.
P.e. una cefalea o un dolor local puede tener muchas causas y ser una señal de que una enfermedad está en curso. Incluso un aparente dolor muscular benigno puede advertir de un trastorno metabólico, inmunológico, vascular o articular. Por ello, si tiene alguno de estos problemas de salud, consulte con su médico y siga el tratamiento respectivo. Recuerde autogestionar su salud con celeridad.
AtlasPROfilax® es un método kinesiológico que secunda a la medicina alopática y a la natural así como a la odontología ortopédica. En ningún caso interfiere o reemplaza los tratamientos médicos – odontológicos ni los medicamentos. El único objetivo que persigue es corregir el DIM del Atlas para mejorar la calidad de vida del paciente y para hacer de éste un terreno más fértil para cualquier tratamiento y terapia posterior.
De igual forma que una gran cantidad de pacientes reacciona bastante bien con especialidades de la medicina complementaria (homeopatía, terapia neural, acupuntura, naturopatía, aromaterapia, nutracéutica, osteopatía, quiropraxis, masajes, terapias energéticas, etc.) hay siempre, una población que por poca receptividad a estas técnicas o por la condición de su propia salud, no tiene los resultados esperados.
Asimismo y tal y como citan los biólogos chilenos Maturana y Varela, “Los seres vivos son redes de producciones moleculares en las que las moléculas producidas generan con sus interacciones la misma red que las produce”. Ese principio de autopoiesis que trata de la autoproducción y autorregulación, explica por qué algunos pacientes evolucionan favorablemente con una terapia mientras que otros no.
Todo lo anterior para puntualizar que la corrección del DIM del Atlas se ha mostrado altamente efectiva en la disminución del dolor miofascial crónico benigno, en algunos trastornos funcionales de la postura así como en el reordenamiento del Sistema Tónico Postural. Sin embargo y como ocurre en cualquier especialidad de la medicina complementaria, los resultados son proporcionales a la autopoiesis del paciente.
Existen varias probables etiologías para el desarrollo de disfunciones y dolor en el cuerpo, desde las alteraciones endógenas (genéticas, congénitas, autoinmunes, etc.), exógenas (alérgicas, iatrógenas, patógenas, etc.), ambientales (mecanoposturales, ergonómicas, profesionales, etc.) y multifactoriales (neoplásicas, idiopáticas, psicosomáticas, etc.).
La desalineación del Atlas no se había tenido presente hasta el desarrollo de la Osteopatía en 1874 por A. Taylor Still, M.D. y el nacimiento de la Quiropráctica en 1895 por D. D. Palmer. La inclusión del concepto de Desarreglo Intervertebral Menor se hizo en 1969 por R. Maigne, M.D. El DIM del Atlas, estudiado en profundidad durante 20 años por el Dr. R.-C. Schümperli, E.M., fue publicado en 1993.
El DIM de C1 es uno de los factores detonantes del dolor miofascial pero no es el único. Desarreglos Intervertebrales Menores de cualquier área de la columna vertebral pueden proyectarse en ciertos músculos y ligamentos en forma dolorosa. Esto para precisar que el DIM de C1 no es la justificación para todos los dolores miofasciales, si bien, la corrección de este DIM propicia la reversión de DIMs de otras áreas.
La corrección del DIM de C1 ha resultado altamente favorable para los siguientes casos: